lunes, 4 de febrero de 2013

Lo importante es la guita, la salud va y viene.

No quería seguir aburriéndolos con el titulo de la inseguridad la hacemos entre todos, pero tampoco quería dejar de profundizar en una de las causas de inseguridad que citara en dicho post: las enfermedades.
En realidad, me refiero a las cuestiones relacionadas a la salud en general, que puedan impactar en la vida de las personas. Sean enfermedades o secuelas de accidentes, podemos tomar a las cuestiones de salud como un factor que impacta en la seguridad de los miembros de la sociedad. De hecho, la salud es uno de los servicios principales que (en teoría)  los estados deberían garantizar. Mas aún, hoy en día  los servicios médicos pre pagos u obras sociales forman parte encubierta de nuestros salarios. Tal es la importancia de la salud en nuestras vidas, simplemente, porque sin salud, no hay vida.


La salud, entonces, se transforma en un elemento de inseguridad mas. El hecho de saber que podemos morir o tener una importante disminución en la "calidad de vida" a causa de algún tipo de enfermedad, o por consecuencia de un accidente, nos genera inseguridad. Recordemos que consideramos inseguridad a cualquier factor que reste previsibilidad al curso de nuestras vidas, y en particular, aquellos eventos que la puedan terminar. Queremos tener la seguridad de que vamos a vivir en condiciones de salud normales, al menos el tiempo promedio de esperanza de vida de la gente de nuestro entorno.

Como todo en este mundo, la salud es un negocio, y por lo tanto, jamas podremos estar seguros de que las soluciones que nos ofrecen son las mejores o mas efectivas, ni mucho menos. De hecho, la medicina actual (al menos a la que tenemos acceso la mayoría de los mortales), en general solo trata de solucionar las consecuencias de los males que nos aquejan. En general nunca atacan el problema que lo genera y menos aun lo previene. En realidad, de hecho, lo mejor para la salud es no enfermarse. Es decir, estar en un estado saludable es la mejor forma de cuidar la salud. Y aunque si bien esto es algo que ciertos sectores de la medicina intentan proponer, no tienen éxito  por varias cuestiones, pero principalmente porque a los grupos de poder poco les interesa la salud del ser humano promedio. Esto salta inmediatamente a la vista solo al evaluar el impacto de los distintos trabajos que realizamos en nuestro estado de salud. Desde la silicosis de los mineros hasta las tendinitis por "síndrome del mouse" de los oficinistas, la jornada laboral nos impone actividades y costumbres  bastante perjudiciales para la salud. Sin contar los accidentes laborales propiamente dichos, que arrasan con una considerable cantidad de vidas humanas, aunque las estadísticas no se den a conocer. Depende el país y la actividad, ciertos empleos pueden representar mas riesgo de vida que la guerra misma. 

Por otro lado,  si la medicina fuera totalmente efectiva, si curara las enfermedades por completo y mas aun, si evitara que las personas caigan enfermas, pues básicamente se acabaría el negocio. No tengo ningún dato comprobado al respecto, pero cada vez que se anuncia una cura contra el cáncer (recuerden la crotoxina), al instante empiezan las campañas de difamación del medicamento, los juicios por patentes y finalmente el tema desaparece de todos los medios sin dejar rastro alguno. Después alguien comenta por ahí que el investigador principal sufrió un extraño accidente o el medicamento fue comprado por cierto ignoto laboratorio, subsidiario de otro gran laboratorio, y que cajonearon la investigación. También existe el escenario en el que el imaginario popular indica que cierto fruto contiene propiedades que curarían el cáncer,  luego alguna prestigiosa institución lo investiga y decide que es cierto, pero finalmente y de manera misteriosa todo queda en la nada, los resultados no se divulgan y la investigación no avanza mas. En el medio, siempre queda la sospecha de que ciertos sectores no quieren que exista una cura efectiva contra el cáncer  Porque muchos oncólogos se quedarían sin trabajo, muchas industrias farmacéuticas bajarían sus ventas, muchas instituciones disminuirían sus presupuestos de investigación y muchas clínicas bajarían la cantidad de internados. Cuestiones similares suceden en torno a muchas otras enfermedades como el SIDA o la diabetes, que requieren de caros medicamentos y tratamientos costosos. Quizás alguien me diga que soy un ignorante y que esta supercomprobado que estos males no tienen cura. Yo les respondo que mientras la medicina sea un negocio, nadie esta en condiciones de afirmar tal cosa. Ademas, si me permiten, no puedo creer que hayamos puesto un hombre en la luna y todavía se muera la gente de males que hace que nos aquejan hace miles de años.

Encima de todo esto, nos encontramos con casos que nos hacen desconfiar de la medicina, debido a que se esconde información o se divulga parcialmente. El ejemplo mas patente de este tipo de situación son las tabacaleras. Durante unos 30 años, ningún juicio contra las tabacaleras prosperó a favor de los demandantes debido a que no existía ninguna investigación clínica concluyente de que el tabaquismo fuera el responsable directo del cáncer de pulmón.  Es decir, ninguna entidad podía afirmar que el tabaquismo generara perjuicios a los pulmones.... Vamos! cualquiera lo sabia, todos los médicos te indicaban que no fumes, pero las principales universidades  e institutos de investigación no podían asegurar que el tabaco fuera malo para la salud. Por suerte, la medicina oficial ya dio su veredicto y en los paquetes de cigarrillos se saco el "podría producir" para dar paso a la leyenda "el fumar produce cáncer". Lamentablemente, todavía no existe una posición tomada acerca de las emisiones de ondas electromagnéticas de ata frecuencia y su relación con los tumores cerebrales, o sobre la relación entre los edulcorantes y determinados tipos de cáncer.  Quizás tendremos que esperar treinta años mas para saber si estos elementos son realmente dañinos. Mientras tanto, trato de usar mi celular lo menos posible, no sea cosa que dentro de treinta años me entere que es perjudicial para la salud, y que ninguna de las entidades "versadas en la materia" se atrevía a afirmarlo, porque  las empresas de telefonía les pagaban para callar.

Finalmente y no por ello menos importante, tenemos las cuestiones propias del negocio. Nunca podremos estar seguros si lo que nos diagnostican o los procedimientos a los que los médicos nos someten son realmente necesarios o si solo los realizan para ganar mas dinero. En las palabras del propio Jacque Fresco "Cuando mi medico me dice que debe extirparme un riñón, yo no se si tengo un problema en el riñón o si quiere comprar un yate nuevo". Por otro lado, pagamos seguros médicos (pre pagas, obras sociales) para que el día que nos ocurra algo, no tengamos que empeñar nuestras vidas para obtener una atención medica mas o menos decente. Y resulta que el negocio de estas empresas (como la de todos los seguros) es cobrar lo mas posible, pagando lo menos posible (el principio de la rentabilidad, no se si les suena), de forma tal que nos imponen distintas cuestiones burocráticas que nos desalientan a pedir estudios, internaciones o derivaciones a especialistas, cuando no lo deniegan directamente diciendo que no es realmente necesario, aunque nuestro medico (que por otro lado puede haber arreglado un porcentaje del valor de los estudios de los pacientes que deriva ) opine lo contrario. En el medio, quedamos a la deriva y solo podemos valernos de la confianza que le tengamos a los profesionales que nos atienden (por suerte todavía quedan algunos que creen en el juramento hipocratico, nobleza obliga), o bien nos guiamos por nuestro criterio, que obviamente no es tenido en cuenta ni por los médicos ni por las aseguradoras, aunque el cuerpo con el que juegan al perverso ping pong de pedidos y denegaciones no sea ni mas ni menos que el nuestro. Dicho sea de paso, en todas estas cuestiones, somos los que menos poder de decisión tenemos sobre lo que hacen con nuestro organismo, sometiéndonos muchas veces a terapias poco probadas o reconocidamente ineficaces, con el solo deseo de facturar.

No quiero olvidarme de la industria farmacéutica  que lucra con formulas que deberían ser universales y que mediante la mentira de la propiedad intelectual, trafica conocimiento que es generado y financiado por la población  en la mayoría de los casos. Aparte de esto, como la farmacología es un negocio (uno de los mas lucrativos, de hecho), hasta es valido sospechar que ellos mismos nos enferman para que nos puedan vender la cura. Esto, sumado a una efectiva manipulación de los medios de comunicación masiva, puede generar ventas espectaculares de vacunas que se desarrollan en 6 meses para curar enfermedades pandemicas que muchos científicos bastante serios ponen en duda de que existan realmente. Sin ir mas lejos, recordemos la gripe aviar, o la porcina. Cualquier farmacéutico puede recordar como adquirió una pequeña fortuna nada mas por las ventas de alcohol en gel. Ademas, en general los medicamentos que nos venden solo aplacan los síntomas  Así,  tomando un antigripal, podemos seguir trabajando, aunque todo el mundo sabe que es mucho mas efectivo, económico y sano quedarse descansando durante 2  o 3 días.

En resumen, puede que mi relato resulte un tanto apocalíptico,  pero créanme que estoy mas cerca de la realidad de lo que muchos piensan, y a medida que pase el tiempo, esto no puede ponerse mejor, si seguimos por el camino en el que vamos. De hecho, basta realizar una pequeña retrospectiva de 20 años, y no recordaremos ni tantos casos de cáncer  ni tantos de ACV o cosas por el estilo. Y sin embargo, con todos los males que hoy nos dicen que nos rodean, todavía no podemos entender cono nuestros abuelos pudieron llegar a los 70 años. Y para que vean que no estoy tan errado, les dejo este maravilloso documental, del elocuente Michael Moore, que pinta un escenario quizás peor del que yo describo acá.







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